Día dos en Moscú amanece, y es hermoso. ¡Tampoco tengo jet lag! No puedo creerlo, ya que normalmente soy un muy mal viajero y termino necesitando unos días para adaptarme. Tenemos tiempo libre toda la mañana, así que disfruto de un desayuno buffet (saltándome la mesa de blinis de caviar y champán...
Lee mas